Resumen:
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Al fallecer Don Manuel Arriarán, (que no era médico, sino Administrador en el Hospital Roberto del Río), estipuló en su testamento que, destinaba $400.000, para la fundación de un hospital para niños en el área sur de Santiago, y dejaba como albacea a su hermana Carmen, quien hizo entrega a la Beneficencia Pública de dicha suma en 1911.Para cumplir con esta disposición testamentaria, se adquirió la quinta “El Mirador”, ubicada dos cuadras pasado Av. Matta; prácticamente el límite sur de la ciudad de Santiago. |